Eduardo Arroyo (Madrid, 1937 – Madrid, 2018)

Eduardo Arroyo (Madrid, 1937 – Madrid, 2018)

Considerado como uno de los principales representantes de la figuración crítica de contenido político y social así como de la Neofiguración (o nueva figuración) española, Eduardo Arroyo fue un artista polifacético: pintor, escultor, escritor y escenógrafo y fue parte de los artistas que generaron las vanguardias en los años ’30.

Una vez finalizada la carrera en periodismo en 1958, sus ideas antifranquistas le obligaron a huir de España y a vivir un exilio de casi 20 años en París. Regresará a España tras el fallecimiento de Franco, en e1976, comenzando una nueva etapa artística. Por todas estas razones, su obra no se conocerá en España hasta la década de 1980.

Desde los inicios, su creación representa una clara denuncia al totalitarismo y en 1963 participa en la sección de la III Bienal de París donde expone los conocidos retratos Cuatro Dictadores: Hitler, Mussolini, Franco y Salazar.

En el mismo año, la galería Biosca de Madrid preparó una exposición de su obra pero el artista no pudo inaugurarla y tuvo que volver a Francia perseguido por la policía. La exposición fue censurada por el régimen franquista a los pocos días.

Durante la segunda mitad de los años ’60 el artista representa mayoritariamente escenas violentas de la dictadura de España en obras como El minero Silvino Zapico es arrestado por la policía o El estudiante Rafael Guijarro se tira por la ventana a la llegada de la policía.


Además de hacer una crítica antifranquista, Arroyo consideraba la vanguardia una extensión de la cultura dominante, muy lejos de combatir el sistema de dominación imperante. En 1965 critica algunos de los mayores representantes de la vanguardia como Marcel Duchamp en la obra El fin trágico de Marcel Duchamp (1965), lienzo que llegó a ser el manifiesto del movimiento de la figuración narrativa.

En los años ’70 Arroyo representa la situación política española con una visión irónica y surrealista (Caballero español) y empieza a trabajar sobre el exilio (La vuelta de los exiliadosFeliz quien como Ulises ha hecho un largo viaje).

Es en la década de los años ’80 que el artista relaciona su obra con el cine noir y el color predominante es el negro (Los DeshollinadoresAlivia). En estos años aumenta marca aún más su comicidad crítica centrada en personalidades españolas (Carmen Amaya fríe sardinas en el Waldorf Astoria) y en temas de política nacional e internacional Dama de Baza, Gorbachov.

Eduardo Arroyo recibió diferentes reconocimientos a lo largo de su vida artística: en 1982 se le otorgó el Premio Nacional de Artes Plásticas de España y se le dedicó una exposición retrospectiva en el Pompidou de París. En 2000, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte le concedió la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes. En 2013 ganó el Premio ABC Cultural & Ámbito Cultural.

Actualmente, el artista está presente en importantes museos españoles e internacionales. Encontramos su obra en el Museo Reina Sofía y en el Museo Municipal de Madrid, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, en el IVAM de Valencia, en el MACBA de Barcelona, en el Museo de la Colección Berardo de Lisboa, en el Museo Cantonal de Bellas Artes de Lausana, en la Nueva Galería Nacional de Berlín, en el Museo nacional de arte moderno y en el Museo de Arte Moderno de París y en el MOMA de Nueva York.

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